miércoles, 15 de agosto de 2012

"El Secreto" Capitulo 7: "El Secreto y la Salud"

DR. JOHN HAGELIN
FÍSICO QUÁNTICO Y EXPERTO EN ADMINISTRACIÓN
PÚBLICA

Nuestro cuerpo es el producto de nuestros
pensamientos. La ciencia médica está empezando a
comprender el grado en que la naturaleza de los
pensamientos y emociones determinan la sustancia
física, la estructura y la función de nuestro cuerpo.


DR. JOHN DEMARTINI

Todos conocemos el efecto placebo en el arte de
sanar. Un placebo es algo que supuestamente no tiene
ningún efecto o repercusión en el cuerpo, como una
pastilla de azúcar.
Sin embargo, le dices al paciente que es muy eficaz y
lo que sucede es que a veces el placebo tiene el mismo
efecto, cuando no mayor, que la medicación que
supuestamente ha sido diseñada para tal efecto. Se ha
descubierto que la mente humana es el factor
principal en las artes de sanar, a veces mayor que la
medicación.
Conforme te vuelves consciente de la magnitud de El Secreto,
empiezas a ver más claramente la verdad subyacente de algunos
rasgos propios de la humanidad, incluida el área de la salud. El
efecto placebo es un fenómeno muy potente. Cuando los pacientes
piensan y creen verdaderamente que esa pastilla les va a curar,
reciben lo que creen y se curan.


DR. JOHN DEMARTINI

Si padeces una enfermedad grave y optas por solo
investigar cual ha sido el factor psicológico que te la
ha provocado, en lugar de utilizar la medicina clásica,
es posible que ello te cause la muerte. Evidentemente
es aconsejable que tomes medicación a la vez que
indagas en la causa psicológica. En ningún caso se
debe renegar de la medicina. Toda forma de sanación
tiene su lugar.
Sanar mediante la mente puede actuar armoniosamente junto con la
medicina clásica. Si hay dolor, la medicación puede hacer que el
dolor desaparezca, lo que ayudará a la persona a concentrarse más en
su salud. «Pensar en la salud perfecta», es algo que cualquiera puede
hacer en privado sea cual sea la situación exterior.


LISA NICHOLS

El Universo es una obra maestra de abundancia. Cuando
te abres a sentir la abundancia del Universo,
experimentas el asombro, la dicha, la beatitud y todas las
grandes cosas que tiene reservadas para ti: buena salud,
riqueza, buen carácter. Pero cuando te cierras con
pensamientos negativos, experimentas malestar, dolores,
y sientes que es doloroso vivir cada día.

DR. BEN JOHNSON
MÉDICO, ESCRITOR Y LÍDER EN
SANACION CON LA ENERGÍA

Tenemos mil diagnósticos y enfermedades distintos. Sólo
son el eslabón débil. Todos ellos son el resultado de una
sola cosa: el estrés. Si ejerces suficiente presión en la
cadena y en el sistema, uno de los eslabones se rompe.
Todo estrés comienza con un pensamiento negativo. Un pensamiento
que no hemos tenido en cuenta, y luego cada vez más pensamientos
afines, hasta que se manifiesta el estrés. El efecto es el estrés, pero la
causa ha sido el pensamiento negativo y todo comienza con un
pequeño pensamiento negativo. No importa lo que hayas
manifestado, puedes cambiarlo... con un pequeño pensamiento
positivo.


DR. JOHN DEMARTINI

Nuestra fisiología crea enfermedades para
respondernos, para hacernos saber que tenemos una
visión desequilibrada o que no somos capaces de amar
ni de sentir gratitud. Por lo tanto los signos y síntomas
del cuerpo no son algo terrible.
El doctor Demartini nos está diciendo nos está diciendo que el amor
y la gratitud disolverán toda la negatividad de nuestras vidas,
independientemente de la forma que hayan tomado. El amor y la
gratitud pueden separar mares, mover montañas y obrar milagros. El
amor y la gratitud pueden disolver cualquier enfermedad.
MICHAEL BERNARD BECKWITH

La pregunta más frecuente es: cuando una persona ha
manifestado una enfermedad en el templo del cuerpo o
algún tipo de malestar en su vida, ¿es posible invertir
ese proceso a través del poder del pensamiento
“correcto”? La respuesta es un sí rotundo.


LA HISTORIA DE CATHY GOODMAN

Me diagnosticaron cáncer de mama. Realmente creí con
todo mi corazón, con toda mi fe, que ya me había
curado. Cada día decía: «Gracias por mi curación».
Esto lo repetía continuamente. «Gracias por mi
curación». Estaba convencida de que me había curado.
Me veía como si el cáncer nunca hubiera invadido mi
cuerpo.
Una de las cosas que hice para sanarme fue ver
películas cómicas. Todo lo que hacíamos era reír y reír.
No podíamos permitirnos ningún estrés en mi vida
porque sabíamos que ésa era una de las peores cosas
que te pueden pasar mientras estás intentando curarte.
Desde el diagnóstico hasta la curación transcurrieron
aproximadamente tres meses. No me sometí ni a
quimioterapia ni a radiación.
Esta hermosa e inspiradora historia de Cathy Goodman demuestra los
tres grandes poderes en acción: el poder de la gratitud para sanar, el
poder de la fe para recibir y el poder de la risa y la felicidad para
disolver la enfermedad en nuestro cuerpo.
Cathy tuvo la inspiración de usar la risa en su sanación, tras conocer
la historia de Norman Cousins.
A Norman le habían diagnosticado una enfermedad «incurable». Los
médicos le habían dicho que sólo le quedaban unos meses de vida.
Norman decidió curarse a sí mismo. Durante tres meses se dedicó a
ver todas las películas cómicas que pudo y a reírse sin parar. La
enfermedad desapareció en tres meses y los médicos dijeron que su
recuperación había sido un milagro.
Al reír, Norman liberó toda la negatividad y también su enfermedad.
Sin duda, la risa es la mejor medicina.
DR. BEN JOHNSON
Todos venimos con un programa básico. Se denomina
«autosanación». Te haces una herida y se cierra. Tienes
una infección bacteriana y el sistema inmunitario se
pone en marcha para combatir esas bacterias y te cura.
El sistema inmunitario está diseñado para proteger al
cuerpo.
BOB PROCTOR

La enfermedad no puede subsistir en un cuerpo que se
encuentra en un estado emocional saludable. Nuestro
cuerpo está eliminando millones de células cada
segundo y también crea millones de células al mismo
tiempo.


DR. JOHN HAGELIN

De hecho, hay partes de tu cuerpo que cada día son
sustituidas. Otras partes tardan meses, otras tardan
años. Pero al cabo de unos pocos años todos tenemos
un cuerpo totalmente nuevo.
Si todo nuestro cuerpo se renueva cada cierto tiempo, tal como ha
demostrado la ciencia, ¿cómo puede una enfermedad o un proceso
degenerativo habitar en nuestro cuerpo durante años?. Sólo puede
retenerlo el pensamiento, la observación de la enfermedad y la
atención que se le concede a la misma.
Ten pensamientos de perfección. La enfermedad no puede existir en
un cuerpo que tiene pensamientos armoniosos. Sé consciente de que
sólo hay perfección, y cuando observas la perfección has de
invocarla en tí. Los pensamientos imperfectos son la causa de todos
los males de la humanidad, incluida la enfermedad, la pobreza y la
infelicidad. Cuando tenemos pensamientos negativos nos estamos
privando de la herencia que nos pertenece por derecho propio.
Manifiesta y proponte: «Tengo pensamientos perfectos. Sólo veo
perfección. Soy perfección».
Eliminé todo ápice de rigidez y falta de agilidad de mi cuerpo. Me
enfoqué en ver mi cuerpo tan flexible y perfecto como el de una niña
y la rigidez y el dolor articular desaparecieron.
Puedes comprobar que las creencias sobre el envejecimiento están en
nuestra mente. La ciencia explica que nuestro cuerpo se regenera por
completo en muy poco tiempo. El envejecimiento es el pensamiento
limitado, de modo que libera esos pensamientos de tu conciencia y
piensa que tu cuerpo sólo tiene unos meses, por más cumpleaños que
hayas tachado en tu calendario. En tu próximo cumpleaños hazte un
favor y ¡celébralo como si fuera el primero! No cubras tu cuerpo con
sesenta velas, a menos que desees invocar eso. Por desgracia, la
sociedad occidental tiene una fijación con la edad, aunque en
realidad ésta no existe.
Puedes pensar tu camino hacia un estado de salud perfecto, el cuerpo
perfecto, el peso perfecto y la juventud eterna. Puedes hacer que se
manifieste, pensando coherentemente en la perfección.


BOB PROCTOR

Si padeces una enfermedad, te estás enfocando en
ella y le hablas a la gente de la misma, vas a crear
más enfermedad en tus células. Visualízate viviendo
en un cuerpo perfectamente sano. Haz que el médico
cuide de tu enfermedad.
Las personas que padecen una enfermedad suelen hablar de ella todo
el tiempo. Eso es porque piensan en ella continuamente y verbalizan
sus pensamientos. Si te encuentras un poco mal, no hables de ello, a
menos que quieras más. Sé consciente de que tu pensamiento ha sido
el responsable de ese estado y repite todas las veces que puedas «Me
siento de maravilla. Me siento muy bien», y realmente siéntelo así. Si
no te encuentras muy bien y alguien te pregunta ¿qué tal estás?,
agradece que esa persona te haya recordado tus pensamientos de
sentirte bien. Habla sólo de lo que quieres.
No puedes enfermar a menos que creas que puedes, y pensar eso
supone invitar con tu pensamiento a que así sea. También estás
invitando a la enfermedad cuando escuchas a otras personas hablar
de enfermedades. Al escucharlas estás prestando toda tu atención a la
enfermedad, y cuando prestas toda tu atención a algo, lo estás
invocando. Y sin duda no estás ayudando a esas personas. Estás
dando energía a su enfermedad. Si realmente quieres ayudarlas,
cambia de conversación y habla de cosas buenas, si puedes, si no
márchate. Cuando te vayas dedica tus poderosos pensamientos y
sentimientos a ver a esa persona en buen estado y luego déjalo ir.


LISA NICHOLS

Digamos que hay dos personas, ambas tienen la misma
enfermedad, pero una elige enfocarse en ser feliz. Elige
vivir en la posibilidad y la esperanza, enfocarse en todas
las razones por las que debería sentirse feliz y
agradecida. Luego tienes a la otra. El mismo diagnóstico,
pero ésta elige enfocarse en la enfermedad, el dolor y en
el «¡Vaya me ha tocado a mí!».
BOB DOYLE

Cuando las personas están totalmente enfocadas en lo que
está mal y en sus síntomas, los perpetúan. La sanación no
se producirá hasta que cambien su enfoque, de estar
enfermas a estar bien. Eso se debe a la ley de la
atracción.
«Recordemos, siempre que podamos, que todo
pensamiento desagradable, supone literalmente,
poner algo malo en el cuerpo».


DR. JOHN HAGELIN

Pensamientos más felices conducen a una bioquímica
más feliz. A un cuerpo más feliz y saludable. Está
demostrado que los pensamientos negativos y el estrés
perjudican seriamente al cuerpo y al funcionamiento
del cerebro, porque nuestros pensamientos y
emociones están continuamente reconstruyendo,
reorganizando y recreando nuestro cuerpo.
No importa lo que hayas manifestado respecto a tu cuerpo, puedes
cambiarlo, interior y exteriormente. Empieza a tener pensamientos
felices y empieza a ser feliz. La felicidad es un sentimiento de estado
del ser. Tienes el dedo en la tecla de «sentirte feliz». Apriétala ahora
y mantenla apretada con firmeza, pase lo que pase a tu alrededor.
DR. BEN JOHNSON

Elimina el estrés psicológico del cuerpo y éste hará
aquello para lo que ha sido diseñado. Curarse.
No has de luchar para vencer una enfermedad. El sencillo proceso de
dejar ir los pensamientos negativos permitirá que emerja tu estado de
salud natural. Y tu cuerpo se curará a sí mismo.
MICHAEL BERNARD BECKWITH
He visto cómo se regeneraban riñones. He visto
cánceres disolverse. He visto personas que han
mejorado su visión o que incluso han vuelto a ver.
Antes de descubrir El Secreto hacía tres años que llevaba gafas para
leer. Una noche, mientras leía sobre los orígenes de El Secreto en
siglos anteriores, me di cuenta de que hacía el gesto de alcanzar mis
gafas para ver lo que estaba leyendo. De pronto me detuve. Darme
cuenta de lo que había hecho fue como si me hubiera alcanzado un
rayo.
Había oído el mensaje de la sociedad de que la visión de cerca
disminuye con la edad. Había visto a la gente estirar los brazos para
poder leer algo. Yo había prestado mi atención a esa disminución de
la vista propia de la edad y la había hecho. Sabía que lo que había
provocado con mis pensamientos podía cambiarlo, así que
inmediatamente me imagine viendo con toda claridad, como cuando
tenía veintiún años. Me vi en restaurantes oscuros, en aviones y en
mi ordenador leyendo claramente y sin esfuerzo. Repetí muchas
veces: «Puedo ver con claridad. Puedo ver con claridad». Tuve
sentimientos de gratitud y entusiasmo por tener una visión clara. A
los tres días volvía a ver correctamente y ya no me he vuelto a poner
las gafas para leer. Veo con toda claridad.
Cuando le conté al doctor Ben Johnson, uno de los maestros de El
Secreto, lo que había hecho, me dijo: «¿Te has dado cuenta de lo que
les ha tenido que suceder a tus ojos para que pudieras conseguir eso
en tres días?» «No, y doy gracias a Dios por no saberlo, ¡así ese
pensamiento no ha podido infiltrarse en mi cabeza! Sólo sé que lo he
hecho y que lo he podido hacer rápido», respondí. (A veces es mejor
no tener tanta información).
El doctor Johnson consiguió eliminar una enfermedad «incurable» de
su cuerpo, así que la restauración de mi visión me parecía una
banalidad en comparación con el milagro de su propia historia. De
hecho, esperaba recuperar la vista de la noche a la mañana, así que
tres días no era ningún milagro para mí. Recuerda que el tiempo y el
tamaño no existen en el Universo. Es tan fácil curar un grano como
una enfermedad. El proceso es el mismo, la diferencia está en nuestra
mente. De modo que si has atraído algún tipo de aflicción redúcela
en tu mente al tamaño de un grano, libera todos los pensamientos
negativos y luego enfócate en la salud perfecta.


DR. JOHN DEMARTINI
Siempre digo que incurable significa «curable desde
dentro».
Creo y se que nada es incurable. En algún momento de nuestra
historia, toda enfermedad considerada incurable se ha llegado a
curar. En mi mente y en el mundo que yo mismo creo, la palabra
«incurable» no existe. En este mundo hay mucho sitio para ti, ven y
únete a mí y a todos los que estamos aquí. Es el mundo donde los
«milagros» ocurren todos los días. Es un mundo donde reina la
abundancia, donde todas las cosas buenas existen ahora dentro de ti.
Parece el cielo, ¿verdad? Lo es.


MICHAEL BERNARD BECKWITH

Puedes cambiar tu vida y sanarte a tí mismo.


MORRIS GOODMAN
ESCRITOR Y ORADOR INTERNACIONAL

Mi historia empieza el 10 de marzo de1981. Ese día
realmente cambió mi vida. Nunca olvidaré ese día. Me
estrellé con mi avioneta. Terminé en el hospital
totalmente paralizado. Mi médula espinal estaba
aplastada, me había roto la primera y segunda vértebras
cervicales, había perdido el reflejo de tragar, no podía ni
comer ni beber, mi diafragma estaba destrozado, no
podía respirar. Lo único que podía hacer era parpadear.
Por supuesto, los médicos me dijeron que si sobrevivía
sería como un vegetal el resto de mi vida. Lo único que
podía hacer era abrir y cerrar los ojos. Ésa era la
imagen que tenían de mí, pero no me importaba lo que
pensaran. Lo que me importaba era lo que yo pensaba.
Me visualicé volviendo a ser una persona normal,
saliendo por mi propio pie del hospital.
Lo único que tenía para trabajar en el hospital era mi
mente. Y con tu mente puedes volver a unir las cosas de
nuevo.
Estaba con respiración asistida y me dijeron que nunca
podría volver a respirar por mí mismo porque mi
diafragma estaba destrozado. Pero una vocecita seguía
diciéndome: «Respira, respira hondo». Al final me la
quitaron. No pudieron dar ninguna explicación. No podía
permitir que entrara en mi mente nada que pudiera
distraerme de mi meta o de mi visión.
Me había propuesto la meta de salir del hospital por mi
propio pie para Navidad. Y lo conseguí. Salí del hospital
caminando. Me dijeron que no era posible. Ese día jamás
lo olvidaré.
Si puede servir de algo a las personas que en estos
momentos están sufriendo, si quisiera resumir mi vida y
decirles lo que pueden hacer, usaría esta breve frase: «El
hombre se convierte en lo que piensa».
A Morris Goodman se le conoce como El Hombre Milagro. Su
historia fue elegida para El Secreto porque demuestra el insondable
poder y el ilimitado potencial de la mente humana. Morris conocía el
poder que había dentro de él para conseguir lo que había elegido
pensar. Todo es posible. La historia de Morris Goodman ha inspirado
a miles de personas a pensar, imaginar y sentir para recuperar su
salud. Transformó el mayor reto en el mayor regalo de su vida.
Desde el estreno de El Secreto, hemos recibido una lluvia de
historias sobre la desaparición de todo tipo de enfermedades en
personas que habían visto el documental. Cuando tienes fe todo es
posible.
Sobre el tema de salud me gustaría terminar con estas iluminadoras
palabras del doctor Ben Johnson: «Estamos entrando en la era de la
medicina de la energía. En el Universo todo tiene una frecuencia y lo
único que debes hacer es cambiarla o crear una frecuencia opuesta.
Así de fácil es cambiar cualquier cosa en el mundo, tanto si es una
enfermedad física como si es emocional o de cualquier otro tipo.
Esto es inmenso. Es el mayor fenómeno con el que nos hemos
encontrado en la historia».
• El efecto placebo es un ejemplo de la ley de la atracción en
acción. Cuando un paciente cree realmente que la pastilla va a
curarle, recibe lo que cree y se cura.

• «Enfocarse en la salud perfecta» es algo que podemos hacer en
nuestro interior, a pesar de lo que esté sucediendo fuera.

• La risa atrae la felicidad, libera la negatividad y produce
curaciones milagrosas.

• La enfermedad se retiene en el cuerpo a través del pensamiento,
mediante la observación de la enfermedad y por la atención que le
concedemos a la misma. Si no te encuentras bien, no hables de
ello, a menos que quieras más malestar. Si escuchas hablar a los
demás de su enfermedad, añades energía a su enfermedad.

• Las creencias respecto al envejecimiento sólo están en nuestra
mente, libera ya esos pensamientos de tu conciencia. Enfócate en
la salud y en la juventud eterna.

• No escuches los mensajes de la sociedad sobre las enfermedades y
el envejecimiento. Los mensajes negativos note sirven de nada.

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